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16 octubre 2023

Technical Exploitation Operations en Operaciones Especiales

Francisco Francés Torrontera, redactor, fotógrafo, freelance, defensa, ejército, aeronáutica, helicópteros, operaciones especiales.

Con el paso de los años las tácticas, técnicas, procedimientos y doctrinas militares han ido variando y evolucionando para adaptarse a las nuevas tecnologías, a los entornos en los que se han desarrollado los conflictos y a las características que estos presentan. Conflictos en los que la geopolítica juega su papel fundamental y la legalidad internacional asume un protagonismo mayúsculo.
Desde los niveles operacionales más elevados de una organización militar, hasta los niveles operativos y tácticos que trabajan sobre el terreno, las operaciones se ejecutan siempre conforme a la normativa legal nacional e internacional, al Derecho de los Conflictos Armados, a los acuerdos políticos y a las reglas de enfrentamiento (ROEs) que condicionan e influyen en la forma de desarrollar dichas operaciones.

Dicho esto, y veremos posteriormente el porque, de entre todas las nuevas doctrinas y procedimientos surgidos, creados y evolucionados, las Technical Exploitation Operations conocidas por su acrónimo TEO, son una de las técnicas que más importancia ha ido adquiriendo durante las últimas dos décadas.



Pero, ¿qué es una Operación de Explotación Técnica TEO?

Existen diferentes doctrinas que regulan este tipo de operaciones, pero las podríamos definir de una forma general sin entrar en detalles profundos, como la aplicación sincronizada e integrada de capacidades tecnológicas y científicas por parte de personal militar instruido para ello, cuya finalidad es la de dar respuesta a los requisitos de información que puedan facilitar operaciones posteriores, así como respalden el estado de derecho de la nación anfitriona, contribuyendo a la legalidad vigente de aplicación. Vemos con esto porque las TEO son operaciones de suma relevancia.

Este proceso se apoya, para conseguir su fin, en el Procedimiento para la Explotación Táctica basado en la realización de una serie de acciones metódicas, ejecutadas para garantizar que el material o personal encontrado sobre el terreno es identificado, recogido y procesado siguiendo un procedimiento legal. Las fuerzas desplegadas llevan a cabo estas acciones de forma individual o colectiva, de tal forma que con ello se establecen los hechos sucedidos durante la operación militar, se proporciona toda aquella información crítica sobre la misma, sirve como material de apoyo para el cumplimiento de los requisitos de información solicitada por el Mando, y contribuyen en su caso como pruebas testimoniales, judiciales, periciales o forenses.

La TEO por tanto utiliza procedimientos forenses, técnicos y científicos que garantizan que las tareas de identificación y recopilación respaldan a las de análisis y difusión para, realizados los pertinentes análisis, distribuir los resultados a lo largo de la cadena de Mando y si fuera requerido, a las entidades para las que pudieran ser de interés.  

A su vez, la Explotación Técnica llevada a cabo mediante la correspondiente Explotación Táctica, respalda las operaciones de seguimiento y actuación de las Unidades, mejorando su seguridad con la generación sistemática de información, avalando las operaciones militares con el flujo de esa información e inteligencia generadas, permitiendo así una mejor y más amplia comprensión de la situación.




Para poder llevar a cabo todo lo explicado, el procedimiento TEO contempla varios protocolos específicos en base a objetivos, tipos de evidencia, nivel de amenaza del lugar y tipo de unidad que ejecuta dicha explotación. A su vez la Site Explotation, independientemente del protocolo concreto, tienen como base cinco pilares diferenciados para su ejecución.

Si empezamos detallando los protocolos, en la Site Exploitation se contemplan los siguientes:

Una Tactical Site Exploitation que se basa en acciones presuntivas cuyas evidencias están basadas en presunciones. Este tipo de explotaciones generalmente las realizan Unidades convencionales.
La Technical Site Exploitation realizada normalmente por unidades de inteligencia y que trabaja sobre evidencias y pruebas concluyentes y, por último, la Sensitive Site Exploitation ejecutadas normalmente por unidades especializadas en NBQ y Operaciones Especiales, por tratarse de explotaciones en entornos sensibles, con elevados niveles de amenaza y riesgos de diferente índole, y en las que se presume existe una importante carga de evidencias.

Y como decía antes de detallar los protocolos, son cinco las pilares sobre las que descansan los procedimientos TEO/Site Explotation a saber:
                        - La Detección
                        - La Recogida
                        - El Procesado
                        - El Análisis
                        - La Difusión




Tal es la importancia de este procedimiento como se está viendo, que las TEO se han integrado como una parte más de las operaciones militares pues su nivel de efectividad, las ha hacho vitales. La información obtenida se añade a las informaciones de inteligencia de que disponga el Mando, lo que permitirá a su vez contar con un mayor y mejor conocimiento del entorno operativo ayudando en la toma de decisiones.

Vista la estructura general de una operación TEO, desciendo un poco más en la doctrina OTAN para ver que esta divide en 3 Niveles estas operaciones.

Un primer nivel o Field/Tactical en el que se recogen todas las actividades de captura de información, materiales y personas, y su posterior traslado seguro hasta el siguiente nivel.
Un Nivel 2 o Theatre/Operational en el que se realiza el tratamiento de la información recabada en el nivel anterior para su manipulación y explotación técnica
Y un Nivel 3 u Out-of Theatre/Strategic que aglutina las actividades de explotación técnica que no puedan hacerse en el Nivel 2 por falta de material específico o personal habilitado.






TEO en Operaciones Especiales
En el ámbito de las Operaciones Especiales, la versatilidad y capacidad de adaptación, nivel técnico, innovación y explotación de nuevas tecnologías que tienen este tipo de unidades, hace que se les atribuya la ejecución de sus misiones principales que pasan por la realización de acciones directas, reconocimientos especiales, asistencia militar y explotaciones sensibles o SSE. En este sentido las operaciones TEO se podrán integrar como una acción secundaria dentro de sus misiones principales, o bien se podrán desarrollar también como una operación especial más.






Así pues, atendiendo a sus capacidades especiales, parece lógico entender que el trabajo de las Unidades de OE se realiza de forma intensa en el Nivel 1 o Field/Tactical recogido en la doctrina OTAN, ejecutando operaciones Site Exploitation que incluyen operaciones Tactical Site Exploitation (TSE) en el nivel táctico de las operaciones, y operaciones Sensitive Site Exploitation (SSE) en un nivel operacional estratégico.
En base a este encaje dentro del Nivel 1, vemos como las Unidades de OE por su naturaleza, serán pues las encargadas de ejecutar las operaciones Sensitive Site Explotation o SSE recopilando información que puede ser transformada posteriormente en inteligencia.






Atendiendo a los Primary Intelligence Requiriments o PIR´s recibidos previamente por parte del Mando, se encargarán pues de llevar a cabo, en esos entornos y escenarios sensibles, la obtención de datos biométricos para la identificación de personal, de aplicar las técnicas forenses necesarias y, por último, de gestionar la Explotación de Documentos y Medios aplicando el procedimiento conocido como DOMEX. Este procedimiento DOMEX se divide a su vez en otras tres capacidades que permitirán, por un lado, la obtención de información de dispositivos digitales denominado MEDEX, la explotación de teléfonos móviles o CELLEX y, por último, la obtención de información a partir de documentos encontrados en el escenario o DOCEX. Tras todo esto aseguraran la posterior cadena de custodia de todas las pruebas y evidencias obtenidas completando el procedimiento en el ámbito táctico, de tal forma que con ello se facilita información que contribuya de la forma que se ha explicado en líneas superiores, así como en el desarrollo de la planificación estratégica de las operaciones militares.









   

12 julio 2023

UN OBJETIVO CUMPLIDO


Ha comenzado julio y para un reducido grupo de hombres, estas primeras fechas del mes les quedarán marcadas para siempre en su haber, tras cumplir un objetivo que diez meses atrás solo era un duro reto.
Estos hombres, oficiales y suboficiales de nuestras FFAA y un ejército extranjero, decidieron un día hacer de la milicia su modo de vida y para ello, cada uno tomo el camino que entendió más adecuado para llegar a vestir el uniforme en el que portar sus estrellas y galones. Para unos las academias fueron el primer contacto con el mundo militar y para otros, un paso más con el que alcanzar puestos de Mando tras algún tiempo formando parte de la tropa.
Culminar su formación en las respectivas academias no fue sino el principio de sus carreras y muchos de ellos, tras su paso por los centros docentes, decidieron seguir formándose realizando alguno de los numerosos cursos de especialización que ofrecen las Fuerzas Armadas.

Llega el día en el que han de solicitar aquel que les interesa y vía conducto reglamentario, “echan los papeles” para el de Operaciones Especiales (OE). Unos lo hacen porque “han oído hablar” de ellas y les “llama la atención” , aunque no tengan muy claro lo que significa de verdad. Otros “han oído” que es un curso importante que puede favorecer sus carreras militares y algunos, que sabiendo de verdad lo que supone solicitarlo, lo piden porque tienen claro que quieren formar parte de la comunidad “guerrillera”. Para todos ellos, que en ese momento entienden a su manera esto de las OE, llega el día de enfrentarse a las pruebas selectivas. Son aspirantes jóvenes y fuertes, algunos de ellos se han preparado a conciencia y otros se dan cuenta en ese momento que no lo hicieron adecuadamente. En cualquier caso, este primer filtro será el que determine el futuro inmediato de cada uno de ellos. Se enfrentan a un proceso selectivo exigente tras el que solo quedaran los mejores de entre todos los concurrentes. Realizan cada una de las pruebas con motivación y una vez terminadas, llega el día de comprobar si son Aptos, o No Aptos.
Unos terminan en ese momento su viaje hacia las OE cuando se les comunica el No Apto, y los que lo han conseguido reciben su número en la lista de admitidos. Están henchidos de satisfacción y con alegría, llegado el momento, se sientan en una butaca a escuchar al Jefe del Curso que los recibe como alumnos. Esos oficiales y suboficiales están ya en el mundo de las OE aunque no sean conscientes de ello. Es el primer speech del Jefe y es claro, conciso y directo, explicando las cosas de una forma a la que quizá más de uno no esté acostumbrado. Les hace saber a todos y cada uno de ellos lo que serán los próximos diez meses de su vida militar, y señala la puerta de salida para aquellos que no se sientan capaces de asimilar lo que están escuchando.
Terminan las palabras y puede ser que para alguno hayan supuesto el enfrentamiento con una realidad que no esperaban. Esto normalmente suele pasarle a quién “había oído hablar” de eso de las OE sin tener mucha más idea. Los filtros siguen haciendo su trabajo.


Es septiembre y los seleccionados que han decidido continuar comienzan “a meterse en faena”; empiezan a tener contacto con la instrucción y formación en OE.
Los primeros meses son duros, muy duros, y la “sapiencia” del curso hace su trabajo obligando a quedarse en el intento a aquél que no tiene las cosas claras, espíritu de sacrificio suficiente, y no sabe mantener el nivel de exigencia de cada hora, de cada día y de cada noche.
Conforme pasen las semanas la cabeza del alumno empezará a trabajar en su contra y será fundamental para él saber controlarla.

… “quién me mandaría a mi venir a esta puñetera pesadilla”, “que cojones hago yo aquí”, “estoy hasta los huevos”, “no puedo más”, “todo esto para qué” …, serán algunos de los pensamientos que recurrentemente tendrá en su mente y que solo sabiendo gestionarlos adecuadamente le permitirán superar el día a día del curso.


Al trabajo diario que supone enfrentarse a sí mismo, y vencerse, tiene que añadir el necesario para cumplir con sus obligaciones y aprobar cada una de las asignaturas manteniendo las calificaciones en los niveles requeridos. Todo en su conjunto le permitirá seguir adelante.
Si es capaz de superar las fases una tras otra, la satisfacción por la superación diaria irá creciendo y poco a poco él mismo observará como se está convirtiendo en un hombre mejor. Terminar el día y seguir en Jaca es la recompensa.
Y con esa rutina mientras pasan los meses, llega un día en el que el alumno empieza a vislumbrar el final como algo alcanzable y ahí, se inicia otra transformación personal. La psicología humana es una de las armas más potentes y cuando la pones a tu favor, es cuando la fuerza interior, el deseo y la satisfacción de haber superado todo lo enfrentado hasta ese momento, proporcionan el empuje necesario para alcanzar el objetivo final.
Han sido meses, semanas, días y horas de sufrimiento, de esfuerzo físico y psicológico y de inmensas dudas personales. Pero aquel oficial o suboficial que un día decidió hacer de la milicia su vida, si ha sabido enfrentarse a sí mismo y ha ganado, no tardará en ver cumplido su anhelo. Llegará el día en el que junto al que un día fue su adversario en forma de aspirante, después su compañero de curso y ahora su camarada y hermano, le impongan la boina verde como recompensa por el trabajo realizado. Entonces sentirá plenamente la satisfacción que proporciona la superación personal.



Son las 0430 de uno de los primeros días de julio y los alumnos que han llegado a este día forman firmes en el patio. La noche es oscura y las nubes que hacía un instante estaban descargando agua, no dejan pasar la luz de la luna en fase menguante. Con el Jefe de curso al frente de “su gente” y abriendo la formación, se disponen a iniciar una marcha que les va a llevar hasta la Cruz del Monte Oroel. Desde que salen por la puerta de la Escuela el ritmo es fuerte y por delante casi siete kilómetros de pistas y un empinado camino de montaña con el que salvar un desnivel de casi mil metros.
A eso de las 0630 se hace cumbre. Han llegado al lugar en el que se va a realizar el acto que representa la consecución del objetivo de cada uno de los hombres a los que en ese momento arropa La Cruz de Oroel. A los que han llegado hasta ahí, y no se trata de haber llegado al alto del monte, se les va a imponer la boina verde con el machete laureado, símbolo que les acredita definitivamente como hombres pertenecientes a la “familia” de Operaciones Especiales.

Antes, un nuevo speech del Jefe a pie de cruz pero en esta ocasión, el mensaje nada tiene que ver con aquel primero recibido diez meses antes. Hoy ya no son alumnos recién llegados; hoy ya son camaradas. Terminadas las palabras de un Jefe al que ahora ven de otra forma, se les manda formar frente a los Protos. En ese momento el alumno se coloca frente a uno de los hombres que durante muchos meses ha permanecido al otro lado de una línea psicológica perfectamente delimitada; una línea que marcaba claramente cuál era su lugar como alumno, y les recordaba que no debían moverse de su posición a un lado de esa marca imaginaria. Cada uno de ellos tiene frente a él a un hombre que le habrá hecho pasar momentos duros y le habrá generado dudas difíciles de afrontar. Pero también está firmes frente a quién durante meses le ha forjado para convertirlo en lo que en ese momento es. Y quizá, en el cruce de miradas entre ambos, sea el instante en el que el joven oficial o suboficial entienda la razón y el porqué de todo lo vivido, sentido y padecido junto al hombre que tiene enfrente.



Al amanecer, con el instructor frente al alumno en firmes, el primero inicia un acto militar añejo cargado de simbolismo con el que coloca la boina verde al segundo. Desde ese instante pasa a formar parte definitivamente de un grupo selecto de hombres. En ese momento por cada vena del hombre que recibe esa especial prenda de cabeza circula un torrente de orgullo y de satisfacción, a la vez que le invade una fuerte sensación de superación acompañada del gratificante sentimiento del deber cumplido.



Esos jóvenes oficiales y suboficiales que llegaron a Jaca y a la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE) un lejano mes de septiembre, sin saber bien cuál iba a ser su futuro a corto o medio plazo, hoy son hombres idealistas, con fuertes principios y marcado carácter que desde ese momento, amparados por la Cruz de Oroel, se entregan a una forma de vida en la que tendrán la responsabilidad de cumplir sin fisura alguna con la misión que les otorga la BOINA VERDE.

14 junio 2023

Helocast

 Francisco Francés Torrontera, redactor, fotógrafo, freelance, fotografía, ejércitos, aeronáutica, helicópteros, operaciones especiales, defensa, ejércitos,

A pocas semanas para su finalización, el Curso de Operaciones Especiales realizó el pasado día 8 de junio un training Helocast en colaboración con el Batallón de Helicópteros de Maniobra III (BHELMA III) de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET), que desplegó uno de sus HT-29 Sarrio hasta el pantano de El Grado en la provincia de Huesca. Es en esta localidad donde la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE) lleva a cabo esta instrucción que se enmarca dentro de la fase de agua del curso.

Desde inicios de este siglo XXI el término anglosajón Helocast se fue incorporando al lenguaje de nuestras Unidades de Operaciones Especiales (UOE) que lo utilizan para designar el tipo de maniobra en el que, unidades de diferentes entidades (equipos, patrullas, pelotones), se infiltran y exfiltran en una zona determinada saltando desde un helicóptero a baja altura bien en aguas interiores, o bien en zonas de costa.

Sin pretender ser este un texto detallado de los procedimientos Helocast, sino más bien un acercamiento simple a las diferentes técnicas que se realizan en el mismo, explicaré de forma resumida aquellas más extendidas y conocidas.

Entre las capacidades atribuidas a las UOE está la de realizar infiltraciones y exfiltraciones sobre territorio enemigo para, posteriormente, ejecutar el tipo acciones que requiera la misión. Para ello el uso de vías fluviales interiores y de aguas costeras proporciona una velocidad, flexibilidad y sigilo que ha favorecido su explotación con diferentes medios, generando nuevas doctrinas que han llevado a perfeccionar los métodos para realizar operaciones desde estos entornos. Para llevar a cabo estas operaciones en agua existen varias técnicas, comenzando con la más básica en los que los operadores realizan su movimiento nadando en superficie. También se pueden ejecutar utilizando botes sin motor, con motor, o combinando estas técnicas mediante el Helocast.
La utilización de un método u otro vendrá determinado una vez que los equipos operativos hayan analizado la misión, examinado el objetivo y estudiado las zonas de desembarco. A eso hay que sumarle factores como son la hidrografía de la zona, las corrientes, la vegetación del lugar, las mareas si se opera en zona de costa, la situación del enemigo en el momento de iniciar la operación, las ayudas a la navegación que se dispongan, la distancia al punto de desembarco y, por último, se deberá establecer la vía de salida del objetivo. Con todo esto la planificación intentará seleccionar una ruta que aproveche el terreno accidentado y normalmente inaccesible para disminuir la posibilidad de detección por parte del enemigo, aumentando el efecto sorpresa y la ventaja que ofrece la iniciativa.



HELOCAST
El Helocast puede ser un medio efectivo para llevar a cabo las mencionadas operaciones de infiltración y exfiltración de equipos, aprovechando las especiales capacidades de vuelo del helicóptero que le permiten volar bajo, lento y hacer estacionario, además de aportar rapidez en los desplazamientos y salvar el terreno y la orografía para poder posicionar a las UOE tras las líneas enemigas.
El vuelo bajo, siguiendo el perfil del terreno para ocultarse y apantallar el ruido de rotores y motores, unido a las diferentes capacidades de carga de los distintos modelos de helicóptero, hacen de este medio y del equipo operativo de OE un binomio perfecto para este tipo de operaciones.
El tipo de misión será la que determiné la entidad de fuerza requerida para llevarla a cabo, lo que se traduce en la necesidad de infiltrar/exfiltrar solo hombres, u hombres con embarcaciones.

En el primero de los casos los operadores, llegado a la zona de salto y con el helicóptero a una velocidad aerodinámica no superior a 10 nudos y una altura de unos 15-20 pies, saltarán del aparato con su equipo individual e iniciarán a nado y de forma autónoma el movimiento hasta el objetivo.
En el segundo de los casos, operación con embarcación, es fundamental contar con el tipo de helicóptero que disponga de capacidades para poder helitransportar los modelos de embarcaciones con los que están dotadas las UOE. En función del tipo y la condición en la que se transporta dicha embarcación, existen técnicas diferentes para llevar a cabo el Helocast.

  
 
 

  

Si el operativo cuenta con helicópteros en los que resulta imposible transportar la embarcación inflada, la operación es denominada Rolled Duck. En este caso se vuela con ella en el interior del aparato, desinflada y totalmente enrollada, lo que significa que los operadores una vez lanzada y en el agua, deberán inflarla utilizando bombas de hinchado.
Si por el contrario se dispone de un helicóptero con capacidad para transportar la embarcación parcialmente inflada, la maniobra es conocida como Soft Duck. Igual que en el caso anterior, los operadores utilizaran bombas una vez en el agua para inflar completamente la embarcación, con la diferencia en este caso de que el tiempo invertido en la maniobra será menor.

  
 


Y, por último, si la misión se realiza con un helicóptero cuyas capacidades permitan helitransportar la embarcación en condiciones operativas y lista para navegar en el momento de llegar al agua, la maniobra se conoce como Hard Duck. El lector habrá podido ver en alguna ocasión como las embarcaciones son lanzadas por las rampas traseras de helicópteros Chinook, o también desde la parte inferior de aparatos modelo H-60 de algunas unidades de helicópteros de OE del US Army y la USAF.

 
       

Como vemos, la cosa va de patos. Acertado el nombre asimilado a esta ave acuática.

Todas las misiones tienen un principio y un fin y como no podía ser de otra manera, el equipo operativo necesitará ser “sacado” de Zona, y puede tener que realizarse la operación también desde el entorno acuático. Para ello el Helocast tiene varias técnicas que permitirán recuperar solo hombres, o los hombres con su embarcación.
Si el equipo se recupera al punto de reunión nadando por sus medios y una vez el helicóptero los ha localizado, si la zona, las condiciones de la misión y la meteorología lo permiten, se exfiltrará ascendiendo mediante escala lanzada desde el helicóptero. Este medio requiere de una técnica depurada pues es sumamente exigente en términos físicos por varios motivos. Con el helicóptero en estacionario sobre el agua a 15 pies es necesario nadar con fuerza para colocarse bajo el mismo y salvar el rebufo que, debido a la velocidad/fuerza desplazará a los hombres lejos de la escala. Por otro lado, una vez alcanzada es necesario saber coordinar los movimientos de piernas y brazos para utilizar todas las extremidades por igual. Al ser una escala flexible lo normal es que doble a la altura de los pies lo que suele provocar que se “tire” de brazos para ascender. El peso del hombre, el de su equipo y el “añadido” de ir mojado pueden jugar una mala pasada con las fuerzas. Para evitar que la escala doble los hombres que permanecen en el agua la sujetan con fuerza para darle la mayor tensión posible durante el ascenso. Ayuda esta con la que no contará el último hombre que deberá poner a prueba la técnica aprendida.

 
 

  

Por otro lado, puede darse el caso que el punto de extracción se encuentre en una zona confinada con terreno o vegetación en los flancos, que impiden un estacionario bajo del helicóptero para recuperar al equipo mediante escala. En tal caso la técnica a usar pasaría por realizar un Spie-Rig que, en un entorno acuático se denomina wet-Spie. Una maroma enganchada al gancho varicéntrico, o a una instalación de anclaje colocada en la zona del gancho central en el caso del Chinook, o en los soportes especiales instalados en la bodega de carga del nuevo CH47 Foxtrot, sirve a los operadores para, mediante las equipaciones especiales de los operadores (chaleco), anclarse a la misma. Una vez asegurados a la maroma el helicóptero tomará la altura necesaria para sacarlos del agua, salvar todos los obstáculos de la zona y, controlando en todo momento una velocidad adecuada, "sacar" al equipo lo antes posible.

 

Pero si la misión se inició utilizando embarcaciones con las posibilidades que ya hemos visto en líneas superiores, en la exfiltración puede ser necesario tener que recuperar dichas embarcaciones y en este caso, es fundamental contar con helicópteros con capacidad para ello. Normalmente esta maniobra se realiza con helicópteros pesados CH-47 Chinook cuyas  especiales características, con su sistema de rotor en tándem y el trasero muy elevado,  permite la aproximación y embarque por su cola. Esto, unido a su capacidad de flotación (limitada) y de inundar parcialmente su bodega de carga, hacen posible el embarque directo a la misma con velocidad de navegación de la embarcación. Con el helicóptero en el agua a velocidad de 5-10 nudos, la rampa de cola sumergida y la bodega inundada parcialmente, el equipo accede directamente con su embarcación al interior del Chinook. Ni que decir tiene que esta maniobra es factible cuando los medios utilizados son tipo zodiac inflables cuyas dimensiones hagan posible esta maniobra.

 
 

Siendo esta la técnica más común para la recuperación con embarcación, existe una segunda para la exfiltración de equipos con lanchas rígidas de dimensiones superiores que solo realiza una unidad de helicópteros determinada. Se trata del 160 SOAR (Special Operations Aviation Regiment) del US ARMY cuya única misión, es la de apoyar a las UOE norteamericanas con sus helicópteros ligeros, medios y pesados. Su grado y nivel de instrucción y, sobre todo, sus medios, le hacen capaz de realizar infiltraciones/exfiltraciones con embarcaciones grandes y rígidas, utilizando sus helicópteros pesados Chinook MH-47G especialmente diseñados y adaptados para su misión de OE, siendo los únicos operadores de esta variante de helicóptero.
Para la infiltración el equipo operativo vuela a bordo del Chinook que, mediante carga externa helitransporta la embarcación con la que se va a llevar a cabo la misión. Una vez en Zona y con la misma todavía enganchada, los operadores descienden en fast-rope a través del túnel del gancho central hasta dicha embarcación que será desenganchada una vez todos ellos a bordo. A partir de ahí, cada parte del operativo a lo suyo.

Para la exfiltración, una vez en el punto de reunión en contacto con el helicóptero que los espera en estacionario, el propio equipo operativo que está instruido para ello, engancha la embarcación que opera con sus propias eslingas para, una vez estibada a los ganchos del aparato, recuperarse los operadores ascendiendo al helicóptero utilizando una escala a través del túnel del gancho central.