12 enero 2021

SOATU RW; Special Operations Air Task Unit Rotary Wing

               

      Francisco Francés Torrontera, helicópteros, defensa ,redactor, fotógrafo, freelance, canon

                En las contiendas que podemos catalogar como conflictos de la era moderna, (desde Corea hasta la actualidad), una “herramienta” que ha ido tomando especial relevancia a lo largo de los años hasta convertirse en un elemento vital ha sido el helicóptero.

Los conflictos de esta era moderna han sido todos diferentes, los lugares en los que se han desarrollado tenían sus particularidades propias y los ejércitos que contaban con estas aeronaves los utilizaban en base a unas doctrinas concretas. La “guerra” como tal ha ido evolucionando en base a los escenarios en los que se ha librado y a la idiosincrasia del enemigo, los equipos y materiales se han desarrollado, creado y adaptado a los cambios que esta evolución requería, y algunos de ellos han pasado a ser imprescindibles para afrontar la asimetría de los conflictos actuales.

El inicio de siglo XXI supuso un cambio en las formas de hacer la guerra. El conflicto convencional fue desapareciendo para dar paso a contiendas ejecutadas en lugares remotos, focalizados y de especiales características. Esto ha hecho necesario que los ejércitos occidentales deban adaptar sus doctrinas y no solo eso, ha supuesto que deban crear unas nuevas con las que operar de forma asimétrica contra un enemigo fanático de corte terrorista sobre territorio de este último.

Desde el Afganistán de principios del 2000 hasta los escenarios actuales como el de Mali, pasando por Siria o Iraq, todos ellos han dejado claro que cada vez es más necesaria una alta especialización y precisión de las operaciones y dentro de este planeamiento, toman especial relevancia las Operaciones Especiales.

Tal es así que se ha creado nueva doctrina a nivel OTAN para materializar la necesidad imperiosa que surge de adaptar las estructuras operativas actuales, para dar apoyo a las acciones de Operaciones Especiales y a las unidades que las llevan a cabo.

Teniendo como protagonista al helicóptero, vamos a ver qué de nuevo han supuesto estos cambios en lo que a su empleo concierne.

Queda claro que la utilización de la tercera dimensión supone una ventaja que proporciona iniciativa en la acción, rapidez de actuación y factor sorpresa. El helicóptero, siendo un medio terrestre utilizado en el entorno cercano al suelo, como vemos concede a su usuario los factores descritos para operar en los campos de batalla, facilitando movilidad táctica, ofreciendo capacidades de apoyo por el fuego a las tropas de superficie, realizando acciones de ataque y destrucción directas, así como facilitando el apoyo logístico que las tropas necesitan para ejecutar su misión.

Pues bien, avanzando un paso más y con la intención de dar el apoyo necesario a las unidades de Operaciones Especiales, la adecuación de la doctrina hace que se requiera la creación de nuevas unidades aéreas sumamente especializadas que se integren y operen conjuntamente con este tipo de unidades.

Si algo caracteriza a las misiones de Operaciones Especiales es su nivel de precisión, rapidez y eficacia bajo unos niveles de riesgo siempre superiores a los que se tiene en operaciones convencionales. ¿Esto en qué se traduce?

Pues en el elevado impacto estratégico en la misión además de, por estas especiales características, contribuir sobre manera en misiones de reconocimiento avanzado o en profundidad, en la ejecución de acciones directas y en misiones de asistencia militar.

El helicóptero en Operaciones Especiales

Se ha convertido en la herramienta fundamental para este tipo de operaciones. Y para poder explotar al máximo sus capacidades de la forma más efectiva se han creado las SOATU ROTARY WING o Especial Operations Air Task Unit Rotary Wing, y los SOATUG RW o Grupos Tácticos de Operaciones Especiales Aéreas.

En la mayor parte de los ejércitos modernos las SOATU RW/SOATUG RW se constituyen en base a unidades de helicópteros seleccionadas para llevar a cabo esta especialización y su posterior integración en los despliegues de las unidades de OE, pero no siempre perteneciendo estas a las estructuras y Mando de OE.

Tal es el caso de Australia y su 6th Avia-tion Regiment activado en 2008 para proporcionar movilidad aérea al Special Operations Command (SOCOMD), Canadá y su 427 Escadron d’Opérations Spéciales d’Aviation (427 SOAS) que proporciona apoyo al Comando de las Fuerzas de Operaciones Especiales de este país del continente americano. Y más cercano a nuestro país, tendríamos el caso de Italia, que tiene su 3° Reggimento Elicotteri Operazioni Speciali (REOS).

Pero existen algunos casos en los que se han creado unidades de helicópteros de operaciones especiales dedicadas por entero a estas misiones, e integradas en las estructuras de este tipo de fuerzas como una Unidad más de su organigrama.

Hablamos por un lado del 160º SOAR norteamericano, conocidos como «Night Stalkers» perteneciente al Mando de OE del Army. Por otro el francés 4º RHFS o Régiment d’Hélicoptères des Forces Spéciales de la Aviation Légere de lÁrmée de Terre (ALAT), subordinado al Comandante General de las Fuerzas Especiales de Tierra (CSFT), y bajo mando operacional del Comandante General de Operaciones Especiales (COS) y, por último, la Joint Special Forces Aviation Wing (JSFAW) compuesta por unidades de helicópteros de la Royal Air Force y el ejército británico subordinadas al Mando de las Fuerzas Especiales del Reino Unido.

FAMET y las Operaciones Especiales

España, participante como un socio más de la coalición en operaciones de sostenimiento de paz desarrolladas en diferentes países, le otorga también especial relevancia a las operaciones especiales como el resto de aliados. El Ejército de Tierra no se mantiene al margen de la especialización que se requiere y para ello creó la SOATU RW constituida en base las Fuerzas Aeromóviles y el Mando de Operaciones Especiales, dando como resultado una unidad conjunta sumamente especializada y lista para ser proyectada y desplegada cuando el Mando lo estime necesario y oportuno.

Formada por el personal más experimentado de los Batallones de Helicópteros de Maniobra III y IV, del Batallón de Helicópteros de Transporte V y del Batallón de Helicópteros de Ataque I, la creación de la SOATU no ha resultado ser tarea fácil, pero el buen trabajo conjunto va dando resultados.

El primero de los aspectos diferenciadores y más importante de la SOATU es su propia idiosincrasia. La SOATU es una Unidad diferente, actúa diferente y se rige bajo unos procedimientos diferentes.

Los procedimientos para el empleo y utilización convencional de Unidades de Helicópteros en el Ejército de Tierra están basados en unos protocolos de operación y seguridad concretos que establecen el «cómo, cuándo y bajo qué medidas de seguridad se utilizan las unidades de helicópteros en las operaciones terrestres».

Partiendo de esta base, para la creación de la SOATU el primer punto sobre el que se debió de empezar a trabajar es precisamente en la creación y redacción de unos nuevos procedimientos específicos para el empleo de Unidades de Helicópteros en misiones de Operaciones Especiales.

Como decíamos, estas misiones tienen implícito un elevado nivel de riesgo, son de rápida actuación y sumamente precisas. Esto trae de la mano que, para poder cumplir con ellas, los procedimientos de actuación que se requieren sean diferentes a los marcados para las operaciones aeromóviles convencionales, y se necesite cierta flexibilización de los mismos que permita desarrollar las misiones de forma efectiva, con la aceptación de los riesgos que estas suponen.

Así pues, se ha trabajado y se sigue haciendo para establecer nuevos límites para las operaciones GVN (Gafas de Visión Nocturna), la operación bajo determinadas condiciones meteorológicas, operaciones tras las líneas enemigas, despliegues en zonas no reconocidas y no seguras, para la utilización y transporte de equipos no estandarizados y para la actuación bajo unos determinados niveles de amenaza. Estos factores puestos como ejemplos de entre otros varios, difieren de los establecidos para las operaciones convencionales con lo cual, las tripulaciones FAMET han de estar perfectamente preparadas y el trabajo conjunto con los equipos operativos del MOE (Mando de Operaciones Especiales) ha de dar como resultado un tándem perfectamente engrasado que actúe, de forma automática, operando bajo los mismos procedimientos específicos de las OE´s.

La SOATU RW tiene como misiones atribuidas el transporte aéreo especializado a los equipos de OE´s como medios de inserción y extracción, los reabastecimientos, las misiones CASEVAC (Casuality Evacuation), misiones MEDEVAC (Medical Evacuation) y apoyos por el fuego (CCA, Closed Combat Attack, IA Ataques de Inter-dicción, etc.)

Para ello las tripulaciones requieren de unos niveles de formación de elevada calidad que les capacite para la ejecución de vuelos tácticos, vuelos tácticos en GVN, operaciones en agua, tomas en polvo, etc., que reciben en base a diferentes cursos, conferencias, seminarios y jornadas de trabajo conjunto en la ACAVIET (Academia de Aviación del Ejército de Tierra), con el MOE, el EZAPAC (Escuadrón de Zapa-dores Paracaidistas del Ejército del Aire), con las FGNE (Fuerza de Guerra Naval Especial de la Armada), el HQ OTAN y por otro lado, en ejercicios periódicos como los «Mobility», en los que se consolidan la organización y procedimientos no solo a nivel operativo y de ejecución, sino también al nivel de planificación, factor sumamente importante y que supone el 50% de las misión.

Las PLMM (Plana Mayor de Mando) requieren de una integración conjunta que lleve a poder trabajar al personal aeronáutico y al personal de OE´s «usando el mismo lenguaje», y los ejercicios y maniobras se desarrollan en base a este trabajo conjunto para planificación e integración específicos en misiones de OE´s.

Se trabaja en base a un manual de exigencia que recoge los objetivos de adiestramiento específicos estipulados en el código de capacidades OTAN que, como guía básica, marca los requisitos necesarios y las capacidades que ha de tener la SOATU, así como las normas para su empleo.

Partiendo de este documento y en función de las aportaciones adicionales que pueda prestar cada país, este aportará aquellas otras capacidades que contribuyan a mejorar la misión específica de OE´s.

En este sentido podemos resaltar por ejemplo que España es el único país del entorno europeo que puede aportar una capacidad muy valorada por otros ejércitos aliados, como es la capacidad FARP o «Forward Arming and Refuelling Point» (Puesto Avanzado de Repostaje y Armado), mediante la utilización del Chinook y su sistema Robertson. Con un solo aparato se puede disponer en vanguardia de un punto de repostaje y municionamiento para la SOATU, para otras unidades de helicópteros, o bien para las propias unidades de superficie proporcionando esto continuidad en las acciones directas, fuegos sostenidos y apoyos continuados. 

Las capacidades adquiridas por la SOA-TU RW han quedado sobradamente demostradas con su participación en ejercicios como el «Flintlock 17», dirigido por el AFRICOM estadounidense y coordinado por el Mando Conjunto de Operaciones Especiales, en el que la Unidad se proyectó de forma autónoma y en vuelo desde nuestro país hasta Mauritania para integrarse en el conjunto de la fuerza. O el ejercicio «Quick Lion 17» con el que se certificó el Grupo Táctico de Helicópteros asignado al «Battle Group» de la Unión europea, y el «Mobility 17» en el que se consolidaron la organización y procedimientos del SOA-TUG RW integrado en el MOE y atribuido al Mando Componente de Operaciones Especiales de la Fuerza de Respuesta Rápida NRF-18 de la OTAN.

Instrucción naval continua para las operaciones y proyecciones desde buques como el Juan Carlos I o el Castilla, y colaboraciones con la Armada francesa para operaciones desde sus buques portahelicópteros, son otras de las especializaciones que las tripulaciones de las FAMET han adquirido para conseguir una SOATU RW altamente especializada, integrada perfectamente en el MOE y lista para ser proyectada y desplegada de forma autónoma a aquellos lugares en los que se requieran acciones de operaciones especiales.



07 enero 2021

ROTOR BY AIRBUS HELICOPTER

 


En el número 122 de ROTOR publicación de fotografía a doble página de un H135 del Servicio Aéreo de la Guardia Civil que realicé durante una operación de rescate en el Pico Maladeta en el Valle de Benasque

Francisco Francés Torrontera, redactor, fotógrafo, helicópteros, defensa, freelance, canon



 

 


05 enero 2021

EL CAJÓN DE ARENA; Primer simulador táctico de la historia

Francisco Francés Torrontera, helicópteros, defensa ,redactor, fotógrafo, freelance, canon

                Hoy en día y con siglos de uso a sus espaldas esta herramienta es utilizada por las unidades militares para simular las operaciones y estrategias que posteriormente se han de aplicar sobre el teatro de operaciones.

Una simulación tridimensional mucho más realista que un mapa plano, permite recrear la orografía del terreno, las posiciones propias, las enemigas, los medios disponibles y el despliegue a ejecutar, facilitando al Mando trasmitir las ordenes y los conceptos de operación de una forma práctica.

Hemos de que retroceder a tiempos del imperio romano para entender el cajón de arena como una herramienta militar.

Fueron algunos de sus generales los que empezaron a representar el campo de batalla con tierra, delimitando zonas y colocando figuras esculpidas en piedra que representaban a las tropas propias.

Pero fueron los prusianos los que perfeccionaron el sistema ya que fueron ellos los que incluyeron los relieves para simular el terreno concreto sobre el que se moverían sus tropas.

Además, fueron ellos los que empezaron a incluir “sobre el tablero” la localización concreta de los objetivos enemigos, no limitándose solo a representar a las posiciones propias y simular sus movimientos.

Incluyeron perfiles topográficos detallados y dieron un paso más creando doctrinas propias para la batalla en función del tipo de terreno sobre el que se debían desplegar. El cajón de madera tomaba tintes de simulador táctico en toda regla.

Tal fue su grado de eficacia que allá por el año 1820 el Jefe del Ejército Prusiano, el General Von Muffling ordena su utilización a toda la cadena de mando para planificar todas aquellas batallas en las que combatirían sus soldados.

Siglos de planeamientos, toma de decisiones estratégicas, de movimientos terrestres simulados y de órdenes de Generales y Mariscales trasmitidas a los subordinados se recogen en la historia de esta herramienta que a día de hoy se sigue utilizando en su forma original.


23 diciembre 2020

EL CURSO DE OPERACIONES ESPECIALES CIERRA EL AÑO DESARROLLANDO LA ITC

 

Francisco Francés Torrontera, helicópteros, defensa ,redactor, fotógrafo, freelance, canon

                    Los alumnos del curso de operaciones especiales han terminado el año haciendo frente a la fase más dura de este curso, la conocida ITC o Instrucción Técnica de Combate.

Con la realización de esta fase se ha puesto fin al módulo básico del curso y los alumnos que han conseguido terminarla pasarán las navidades con la satisfacción de haber superado 15 días de una de las instrucciones más intensas, más exigente y más dura que se realiza hoy en día en los ejércitos occidentales.

Las características propias de las Unidades de Operaciones Especiales (OE) y el tipo de misiones que estas han de llevar a cabo demandan que sus componentes estén preparados y adiestrados para hacer frente a situaciones que no se dan en entornos y misiones convencionales. Para esto la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE) desarrolla en su Departamento de OE un plan de estudios de máxima exigencia con el que preparar a los oficiales y suboficiales que irán destinados al Mando de Operaciones Especiales (MOE) a la Fuerza de Guerra Naval de la Armada (FGNE) o al Escuadrón de Zapadores Paracaidistas del Ejército del Aire (EZAPAC) 

En este texto voy a enseñar algunos de los momentos a los que han hecho frente estos alumnos durante la ITC.

Para contextualizar, esta instrucción se desarrolla durante 15 días y se divide en tres fases diferenciadas. En la primera se trabaja la instrucción individual y se lleva a los alumnos hasta unos niveles de estrés físico y psicológico que los pone en el límite de sus capacidades, o punto de ruptura. Se pretende con esto conocer la debilidad de cada hombre, a la vez que se les instruye para llevar su mente al punto en el que es esta la que obliga a poder seguir adelante aun cuando el alumno piensa que físicamente no puede desarrollarse más.

En la segunda fase se sigue trabajando bajo los mismos niveles de estrés, pero la instrucción se realiza por binomios y equipos básicos. Es aquí donde el trabajo en equipo pasa a ser fundamental y es el que, bien desarrollado, permitirá culminar las pruebas a las que se somete al alumno.

Y por último la tercera fase de desgaste por el sueño que lleva a la pérdida de la noción del tiempo y que, unido al esfuerzo físico de las constantes pruebas día y noche, determinan el límite de cada alumno.

Las Unidades de Operaciones Especiales (UOE) no necesitan “súper hombres” que físicamente estén por encima de la media. Si necesitan contar con una forma física que permita superar los restos a los que se enfrentan en su formación y posterior misión en destino, pero sin duda un valor y activo fundamental que han de desarrollar pasa por disponer de una estabilidad emocional y psicológica que permita hacer frente a las situaciones que, por la idiosincrasia propia de las misiones de OE, pueden llegar a tener que enfrentar.

Y la instrucción desarrollada por el Departamento de operaciones especiales de la EMMOE y sus instructores está orientada a conseguir una formación de alto rendimiento en la que se trabajen factores como los descritos. Para ello se cuenta con un psicólogo participa en esta formación y que evalúa a los alumnos y su situación de estabilidad, prestando el apoyo necesario cuando es requerido. 

La ITC son 15 días en los que se llevan a cabo patrullajes día y noche en los que los equipos han de poner a prueba sus conocimientos de orientación, se realiza la fase de endurecimiento y el paso de pista de obstáculos donde se requiere un gran esfuerzo físico y el desgaste es muy alto.

Se desarrollan ejercicios tácticos con reacciones armadas día y noche con fuego real en las que las patrullas han de actuar de forma perfectamente coordinada.

Se lleva a cabo el paso de río por zonas de aguas profundas y no profundas con el hándicap de la temperatura de un rio de montaña en el mes de diciembre y el desgaste físico acumulado….

Y se ejecutan constantes pruebas de tomas de decisiones donde el alumno tendrá que dar el 100% de todas sus capacidades bajo los niveles de estrés y agotamiento a los que se les somete.

En resumen, la ITC es una fase en la que durante 15 días los alumnos desconocen qué misiones van a ejecutar durante las siguientes horas y días desconociendo en todo momento lo que les espera a continuación. La dureza de las misiones se incrementa conforme los alumnos están más desgastados física y psicológicamente, y se incremente la duración de las patrullas y la dureza de los obstáculos con la intención de que el propio alumno sea consciente de que aún en las condiciones de desgaste en las que se encuentra, es capaz de superar ciertos retos.