El
CH-47 Foxtrot es ya una realidad para nuestro Ejército de Tierra y su Aviación
de Ejército que espera recibir el primer aparato a finales de este año.
En
mi artículo publicado esta semana en la revista Ejércitos podréis conocer de
cerca cómo es este nuevo helicóptero que, aun pareciendo igual exteriormente al
resto de variantes anteriores, el Foxtrot es una máquina totalmente diferente.
De entre todos los cambios implantados en este helicóptero detallados en el
artículo, uno muy importante y que ha traído de la mano grandes mejoras en el
ámbito logístico ha sido la nueva estructura del pilón trasero.
Uno
de los activos más grandes de las fuerzas armadas norteamericanas es la
capacidad de cambio para adecuar sus materiales a los requerimientos que
demandan los diferentes escenarios armados, en lo que es una constante
aplicación de lo que conocemos como “Lecciones Aprendidas”.
El
Chinook es un helicóptero que ha volado en todos los conflictos “modernos”
en los que ha participado EEUU desde la guerra de Vietnam, hasta los actuales
de Siria, Irak, o Afganistán.
En
base a estas “Lecciones Aprendidas” el Chinook ha estado en constate mejora y
adaptación desde los primeros modelos Alfa de los años 60, hasta los actuales Foxtrot
y los específicos MH-47 G Bloque II de Operaciones Especiales.
Y
una de estas mejoras que incluye el “Foxtrot” está relacionada con su parte
estructural.
Su
despliegue a lo largo y ancho del planeta para participar allá donde EEUU
realizaba una operación militar ha supuesto que los helicópteros tuvieran que
ser transportados hasta las zonas de intervención bien por vía marítima cuando
esta opción ha sido viable, o bien por vía aérea utilizando los grandes
cargueros de la Fuerza Aérea. Cuando el despliegue se debe hacer por esta vía los
helicópteros han de ser desmontados de formas muy concretas para poder
albergarlos en las bodegas de los aviones de carga
Hasta la puesta en servicio del CH-47F, en todas las variantes anteriores era necesario desmontar, entre las diferentes partes y componentes del aparato, una de la más complicadas; el pilón trasero y la trasmisión, por separado.
Esto
suponía una gran cantidad de horas de trabajo ya que se debía desmontar dicho
pilón por un lado y la transmisión por otro, todo ello acompañado de los
oportunos trabajos también de desmontaje del resto de sistemas mecánicos e
hidráulicos que se instalan en este componente.
Una
vez en Zona todos los trabajos de desmontaje llevados a cabo previamente al
despliegue debían repetirse en sentido contrario. Esto volvía a llevar
implícito otro gran número de horas de trabajo para volver a instalar la transmisión,
componentes y pilón lo que provocaba la falta de operatividad inmediata de las
flotas una vez desplegadas, con el consiguiente retraso en el inicio de las
operaciones.
Este
proceso que implicaba una gran cantidad de recursos, horas de trabajo y
horas/hombre, y que entorpecía la rapidez de actuación se
ha conseguido reducir con el “Foxtrot”.
Este
Chinook está fabricado en su sección cuarta en base al sistema Enhanced Air
Transportability para la “bajada” del pilón trasero que ahora se lleva a cabo
incluyendo el desmontaje de éste junto a la transmisión en un mismo conjunto.
Esto
elimina varios de los procesos necesarios y de forma lógica, también los
elimina en el proceso de montaje llegando a reducir el tiempo necesario hasta
un 65% comparado con el invertido en
este trabajo con los “Delta”, y hasta un 58%
en lo que concierne al trabajo horas/hombre. Otra de las mejoras en esta parte
del helicóptero se presenta con el refuerzo estructural del pilón entre las
estaciones 482 a 600 en base a su fabricación utilizando composite.
Si
os interesa conocer más de cerca los cambios y mejoras que trae de la mano el
CH-47F os animo a leer el artículo en la revista Ejércitos.